Ayer se me rompieron mis zapatillas deportivas de asfalto. Como muchos ya debéis saber, y sino os lo digo ahora, las bambas se deben usar como máximo entre 1000 y 1200 Km. Con eso se garantiza que la suspensión sea la adecuada. A partir de ese kilometraje, ya no sirven, a no ser que os importe muy poco destrozaros las rodillas… Esta vez me han durado justo unos mil, porqué si bien yo aún no las hubiera cambiado, resulta que mi dedo gordo del pie derecho es un “cabronazo” y las ha roto de arriba. Según me han explicado en la tienda, eso pasa porque tenemos el tendón más corto y el dedo tiende a subir, y claro, si uno tiene uñas como moluscos, lo rompen todo. Total, que zapatillas nuevas.

La marca que yo uso son ASICS. ¿Por qué? Pues porque cuando empecé a correr, tuve un problemilla, e intenté informarme por internet para ver cuáles eran las mejores. Miré muchas web donde habían comparativas, y al final, resultó que mis padres me regalaron unas zapatillas y estás fueron ASICS. Tanto esfuerzo, para nada. Bueno, no es cierto. Es verdad que eran unas de mis candidatas, aunque no lo tenía nada claro. Fue uno de los mejores regalos que pudieron hacerme, tengo que reconocerlo, y así no tuve que decidir. Sinceramente, creo que son unas buenas bambas, si bien estoy convencido que MIZUNO, SALOMON o NIKE también van de perlas. De hecho, yo empecé a correr con Nike, pero resultó que me hice daño en la rodilla izquierda (ese fue el problemilla del que os hablaba). No puedo darle tampoco la culpa a las zapatillas, porque las pobres tenían cinco años, aunque no las había casi ni estrenado, pero ya me dio mal rollo, y como con ASICS no he tenido problemas, pues sigo fiel a estas.

Las que se me han roto ahora eran unas CUMULUS 15, en paz descansen. Teniendo en cuenta mi peso, en su día me comentaron que eran más que suficientes. Yo, por mi parte y ya con la experiencia de usarlas, las he encontrado un poco básicas, aunque me han dado buen resultado. He ido decidido a comprarme el mismo modelo a la tienda ASICS de Diagonal Barcelona, y cuando estaba allí, he visto que hacían lo de FOOT ID DYNAMIC, y me he dicho: “calla tú, ¿y si miro a ver que me sale de pisada corriendo, y así me cojo las que tocan?”. He preguntado, y me han dicho que me lo hacían al momento. Costaba 10€, pero si compraba unas zapatillas me salía gratis. Así que con un par. El resultado, pues me ha sorprendido. Me ha salido neutro del pie derecho, y ligeramente pronador del izquierdo. Digo lo de sorprendido porque yo ya me había hecho un estudio biomecánico estático, y me habían dicho que era muy pronador. Pero claro, eso fue hace seis meses, y me hicieron unas plantillas que solo uso para caminar, ya que corriendo me hacían unas ampollas que parecían piscinas. Otro día ya hablaremos de la frecuencia de pasos y otros temas. Os dejo aquí el estudio, por si tenéis curiosidad (es una foto porque el scanner no me va, que le vamos a hacer).

A lo que iba, que ya me he alargado demasiado. He vuelto a preguntar, y esta vez me han recomendado las NIMBUS. Como estamos en rebajas, pues me he cogido las NIMBUS 15. Que sí, que mola el último modelo (NIMBUS 16), pero valía 50€ más, y, pues como que no. No me hace falta ir a la moda. Las zapatillas pesan 330 gramos, pero seamos realistas, no voy a ganar muchos segundos por bajar 60 gramos, por ejemplo. Vamos, que me parecen de momento perfectas. Ahora mismo ya las estoy domando. Domar, para los que no lo sepáis, no consiste en fustigarlas con un látigo, sino en ponértelas sin correr para que así no te destrocen el pie en tu primera salida. Ya os diré que resultado me dan.

¡Salud y kilómetros!