Hoy tenía ganas de hacer un poco el animal, y descubrir nuevos caminos, así que ni corto ni perezoso esta me he ido a hacer los 90 minutos de montaña que me tocaban. He hecho un poco de trampa, por que si bien he corrido 90 minutos, he parado tres veces para tomar fotografías de donde estaba.
Lo primero que he hecho ha sido salir de casa y subir hasta la ermita de San Ramón, y que mejor manera de hacerlo que “vía directa”. Desde Viladecans hay tres caminos. Hay dos que van serpenteando, y acaban en uno de solo con una última subida bastante fuerte. Estos ya los había probado unas cuantas veces, así que he ido por uno que simplemente sube recto. Realmente ha sido demasiado. Cuando he llegado a San Ramón he tenido que parar (y no hace falta decir que previamente había andado algún trozo). He respirado y he tomado unas fotos que os enseño a continuación.
A continuación, he bajado por el otro lado en dirección a Sant Climent de Llobregat. Una bajada muy fuerte, para luego seguir por otro camino que otra vez subía ligeramente, eso si, hasta un punto llamado la Creu del Querol desde donde creo que se veía Torrelles de Llobregat. Allí he vuelto a parar, más fotos, y me he dirigido hacia la Peña del Moro.
No sé realmente si he llegado o no, ya que he parado porqué ya me tocaba volver, donde me parecía el punto más alto, una torre de vigilancia forestal, con unas vistas de la Hermita de San Ramón.
A partir de aquí, he deshecho un poco de camino hasta llegar a un cruce que me ha llevado a Sant Climent, he cruzado el pueblo, y he seguido por la riera hasta VIladecans.
Finalmente el desnivel acumulado ha sido de casi 500 metros. ¡Bufff! Un buen entreno.
¡Salud y quilómetros!