¡Hola de nuevo!
Como ya os conté, el 20 de Octubre me operaron de la hernia inguinal. Después de un interminable mes de recuperación, ayer por fin volví a calzarme las zapatillas y salí a correr. Bueno, no, más bien a trotar. Aunque ya hace dos semanas que tengo el alta médica para trabajar, el alta “deportiva” tarda un poco más. En teoría el periodo de recuperación completo es más o menos de 3 meses que es cuando ya puedes levantar cualquier peso. Este puede variar dependiendo de nuestro estado físico, que si eres corredor, significa que es muy bueno y te recuperas bien. De hecho, los tres meses son para levantar pesos, que como bien sabéis no tiene nada que ver con correr. Eso sí, por si las moscas, nada de técnica de carrera (sentadillas, abdominales y demás) hasta los tres meses, y luego con calma.
La operación fue una cirugía abierta, nada de laparoscopia. Como es habitual, me pusieron una malla de polipropileno. La recuperación fue durilla por unas cuantas complicaciones, pero ahora es cuestión de avanzar. La primera semana después de la operación me la pasé en el sofá. Como tuve que dejar de tomar los calmantes, digamos que los movimientos me afectaron más. A la segunda semana ya empecé a caminar por casa, y a la tercera por la calle, haciendo más y más kilómetros hasta llegar a ayer (entre 5 y 7 Km diarios). Antes de salir probé primero de hacer unos tres o cuatro pasos corriendo, y vi que todo parecía correcto. Esta prueba la había hecho con anterioridad, y había notado solo empezar cierta molestia/dolor, lo que me había hecho desistir.
A ver, el entreno fue a un ritmo muy lento por diversos motivos:
– Motivos médicos (principal): aún tengo que ir con cuidado, al menos hasta el mes y medio. No tengo ganas de sufrir una recaída, eso está claro.
-Motivos físicos: llevo un mes sin correr, así que si se empieza a saco, lo más seguro es que me rompa. Es duro, pero hay que ir con calma al principio.
Respecto al dolor en la cicatriz, la verdad es que casi ni lo noté. En algún momento una pequeña molestia, pero sin importancia. Por ese lado todo bien. Los problemas, para mi sorpresa, fueron otros. Por un lado el asma, aunque como iba a un ritmo lento no me afecto demasiado. Por otro, contracturas musculares en las piernas, justo detrás de las rodillas. No sé si el problema fue por correr “raro” inconscientemente por culpa de la operación, o por falta de deporte, o ambos. A los dos Km tuve que parar, esperar que me dejara de dolor, y empezar de nuevo. Esta mañana aun me dolía la pierna derecha.
En total corrí poco más de 5 Km, no porque no pudiera hacer más, sino porque no era cuestión de pasarse. Sea como sea, la forma física es evidente que ha caído. Pulsaciones muy elevadas para lo que estaba haciendo. Paciencia.
Os dejo el garmin como siempre hago, y así podréis ver la bajada de nivel.
¡Salud y kilómetros!