¡Buenas!

Ayer me estrené en una nueva distancia de Triatlón, el Half Ironman. Todo esto fue gracias a Jose, compañero del Viladecans Triatlón (VT), quien también se estrenaba y me convenció muchos meses atrás para que me apuntara. Se trataba del Half de Empuriabrava, y que consistía en hacer 1.900 metros nadando (salieron más), 90 Kms en bicicleta, y 21 corriendo. Además, allí también me encontré a Javi Gracia, quien también se estrenaba en cierto modo (era el segundo intento), y lo hizo de una forma espectacular gracias también a lo que corre.

Os contaré como lo viví yo, y así ya os podéis ir haciendo a la idea de lo que es. Llegué un día antes, ya que la bicicleta había que dejarla el sábado. Había reservado el hotel "oficial" de la organización, que si bien se encontraba junto a la meta, no lo recomendaría precisamente demasiado. La cena estaba bien, la cama también, o el desayuno a una hora decente para los halfs Ironmans, pero las discotecas y el "botellón" que hicieron algunos no participantes durante toda la noche en la calle hicieron muy difícil el dormir, y eso que estaba en la octava planta. A las 6 de la mañana, que es cuando me levanté, empezaban a plegar aún gritando y con música a tope, algo fantástico.

El Half comenzó puntual, a las 9:00. El agua estaba bastante plana, pero 30 segundos antes de entrar al agua nos avisaron que había medusas. ¡Me hizo una ilusión tremenda! Me situé detrás para no encontrarme todo el follón de la salida, y empecé a nadar. Ya vi que quizás si que me debería haber puesto más hacia el medio, porque no paraba de avanzar. Bueno, de hecho intentava avanzar ... Cada dos por tres había tapones, recibía golpes por todas partes, y tenía que intentar buscar un agujero entre los nadadores. Cuando lo encontraba, avanzaba muy rápido para volver a encontrar un nuevo tapón. Esto fue así hasta llegar a la segunda boya, donde se tenía que hacer un giro de 180 grados. A partir de ahí ya empecé a ir más tranquilo, pero entonces llegamos al banco de medusas. Tuve mucha suerte creo yo, porque como ya nos habían avisado, el agua estaba muy removida y la visibilidad que teníamos no era de más de medio metro. Si no hubiera sido por eso, seguramente hubiera entrado en modo pánico al verlas. No vi ni una, pero toqué más de 20, y os puedo decir que eran enormes; con la mano unas cuantas, y con el neopreno noté golpes varias veces. Buff, lo pasé mal, y yo creo que gracias a ello nadé aún más rápido...

Salí del agua bastante bien, sin sensación de cansancio, y agradecido de no tener ninguna picadura, si bien es cierto que me picaba toda la cara y el cuello. Cuando llegué a la transición, la más larga que he hecho, me encontré a Jose que se estaba cambiando. Yo me lo tomé con calma. Como no llevaba nada para inflar la rueda si pinchaba, Jose me había dejado el día anterior su mancha, que puse finalmente en mi porta dorsales. Cogí la bici y empecé a tirar. El recorrido consistía en dar tres vueltas a un circuito de 30 km. A cada vuelta tenías que pasar primero unos dos kilómetros en una zona con 7 badenes, donde sólo podías pasar de uno en uno si no nos lo queríamos comer enteritos. El circuito de cada vuelta era de ida y vuelta, es decir, que tenías que tener cuidado de no pasar al otro lado de la carretera, y además se hacía mucho más aburrido y duro psicológicamente hablando. Era muy plano, excepto los 3 últimos kilómetros antes de hacer el giro de 180 grados, donde subías unos 60 metros (nada exagerado). El gran problema era el asfalto, que era bastante malo, algunas curvas un poco peligrosas, y también la estrechez de cierto tramos.

La primera vuelta fue la más lenta, aunque no me lo pareció, y la segunda la más rápida. Como no llevaba comida (fallo mío), casi a cada vuelta cogí bebida isotónica (en bidón para bici), y en una me tomé un gel que me daban. Esto lo terminaría pagando más tarde... El agua era en formato botella, así que no la podíamos poner en la bici. Lo cogí siempre todo en marcha, pero reduciendo mucho la velocidad para no llevarme a nadie por delante. Recuerdo también que cada vez que me cruzaba con Jose lo veía un poco más lejos. La bici es mi punto más flojo y perdí posiciones. Suerte de los "suporters", por un lado mi pareja a quien encontraba en diferentes puntos animando y haciendo alguna foto, y por el otro los compañeros de VT que se habían desplazado hasta allí (las Esther's).

A partir de la segunda vuelta comenzó a soplar el viento en el recorrido de vuelta, y en la tercera ya era más fuerte, lo que hizo que lo pasara un poco mal y redujera la velocidad. Finalmente llegué a la transición, con muchas dudas de cómo podría correr. Esta vez la transición fue rapidita. Sólo tenía que dejar la bici y complementos, y ponerme las zapatillas ya que las medias ya las llevaba puestas.

Empecé a correr y noté enseguida que me estaba meando, y que en parte, las piernas aún estaban un poco anquilosadas. Al cabo de un kilómetro vi un lavabo de donde salía un corredor y ni me lo pensé. ¡Qué alivio! Salí más descansado y he empecé a tirar, y en ese momento me sorprendí a mí mismo. Iba a un ritmo de 4'30 '', y tenía que ir vigilando de controlarme para no pasarme de velocidad. Miraba las pulsaciones y estaba perfecto, por debajo de mi umbral de lactato (160 de media, cuando mi umbral es 165). El circuito eran dos vueltas junto al recorrido del río por un paseo que había, y también era de ida y vuelta, con el palo que hace esto, con mucho tramo de arena y también algún tramo con piedra suelta.

Hacia el kilómetro 7 adelanté a Jose, quien llevaba buen ritmo, y quinientos metros más adelante me adelantó Javi, que estaba imparable (¡hizo la media en 1h:25!). Fue nada más terminar la primera vuelta, y encontrarme con todo el viento de cara, que vi que algo ya no iba bien. Mi ritmo bajó, sin que yo hiciera nada, y las piernas me pesaban. Cuando llegué junto al río de nuevo, vi que sufriría muchísimo, y además notaba una ampolla en el pie izquierdo. Ya no había viento, pero mi ritmo seguía igual de bajo, entre 4'50 '' y 5 ', con las pulsaciones alrededor de 165, con unas ganas locas de parar, y aún me quedaban 8 kilómetros! Cada doscientos metros como mínimo miraba el reloj con la esperanza de que pasara un kilómetro más. Durante todo este tramo iba siguiendo a la tercera mujer (en ese momento no lo sabía), que creo que estaba sufriendo como yo. En el 15 o así llegué al punto de avituallamiento (donde por cierto siempre paraba literalmente), y vi que había unas barritas energéticas. Aquello era como comer chicle, pero me la comí igualmente. Me ayudó creo un par de kilómetros. Llegué al giro de 180 grados para hacer el último tramo de vuelta y el dolor de la ampolla era bastante grande, y deseando parar, pero ganando aún la partida psicológica como podía. Fue como la última maratón, donde lo pasé mal, eso sí, sin rampas ni contracturas raras.

Cuando faltaba poco más de un kilómetro, me pilló una pájara. Noté que me estaba mareando, y tuve que parar por completo. Allí me volvió a adelantar la tercera mujer a la que había avanzado un kilómetro antes sin aumentar el ritmo. Perdí un minuto, hasta que se me medio pasó el mareo (no del todo), y corrí de nuevo. Sabía que la gente animando tiraría de mí, así que continué. Al llegar al paseo ya vi el arco de llegada a unos 500 metros y adelanté a un corredor, y vi a las Esther's que me persiguieron para hacerme una foto, dándome muchos ánimos. Ya más cerca de la alfombra me encontré a mi pareja, pero esta vez no pude ni esprintar. Entré solo, mirando el tiempo de 5h:15m a punto de cambiar, y sin poder hacer nada para evitar este cambio. Me pusieron la medalla, y me sentí como en la maratón, todo lleno de emociones. El mareo que tenía era bastante fuerte, así que cogí un par de cosas para comer y me senté en una mesa. Costó que se fuera. Después fui a recibir a Jose cuando vi que había llegado, yo ya más recuperado, y nos hicimos la foto de campeones que podéis ver en la portada.

Una experiencia inolvidable y muy dura. No sabría exactamente cómo calificarla, porque no se puede comparar con una maratón exactamente. El Half es mucho más largo, pero cambias de deporte y eso hace que termines agotado por completo, y la maratón en cambio es más agónica y te lleva las piernas a un nivel físico de agotamiento tal que tienes incluso rampas, como más constante. Es difícil de explicar.

Cometí dos errores, y creo que es importante decirlo para que a la gente no le pase lo mismo. El primero y principal (y de pipiolo) es no llevar comida para tomar durante la bicicleta. Esto hizo que seguramente petara al correr. El segundo fue no haber entrenado lo suficiente la bici. Me faltaron al menos un par de tiradas largas de más de 100 km (había hecho, pero no suficientes). Otra cosa a comentar es que llevaba acoples para la bici, pero después de que Jose me explicara cómo era el circuito, la noche antes decidí sacarlos para evitarme problemas de posibles caídas tontas. Sinceramente, no tengo muy claro si fue una decisión correcta o no, pero tampoco creo que hubiera ganado o perdido mucho tiempo.

Modificación: El miércoles salieron las listas de descalificados por drafting, y los avisos.

Pasamos a la ficha:

Distancia: 1900 metros nadando (2100 según atletas), 90 Km bicicleta, 21 Km corriendo.
Altura ganada positiva: 324 metros bicicleta según Garmin, 86 metros corriendo.
Zona: Empuriabrava.
Valoración Organización: 7. Todo funcionó bastante bien: voluntarios, desvíos, recorrido, speaker, ambientación, puesta a punto ... Lo que si que tengo que decir es que eché de menos una feria del corredor. Pensaba que, siendo un half, habría un mínimo de paradas el día de la recogida de dorsal, y así podría comprar alguna barrita de cereales y otras cosas que necesitaba. Pero resultó que no, y claro ... La otro cosa que no me gustó fue que en el tramo de bicicleta vi muchos grupos, y el problema fue que algunos de estos grupos fueron todo el rato juntos. Esto me tocó las narices porque yo iba solo, y me lo tuve que currar, como debe ser. En teoría podían descalificar, pero no tengo muy claro que lo hicieran. El tema del briefing, lo encontré bastante bien, pero estaba demasiado lleno de gente. ¡La próxima vez un micro!
Recorrido: 9. El problema en los diferentes recorridos fue un poco el aburrimiento y el componente psicológico que conlleva. Por lo que comentó la organización, se eliminaron tramos de curvas peligrosas, lo que es de agradecer, pero esto provocó que se hiciera muuuy pesado, aunque fuera bonito el paisaje. Tres vueltas y haciendo ida y vuelta implicaba pasar 6 veces por el mismo sitio. Por lo que sé es muy típico hacer esto en Half y Ironman, pero bueno, yo lo comento. Con el correr me pasó un poco lo mismo.
Ambientación: 6. El speaker muy bien todo el tiempo .. En Empuriabrava, en las transiciones, inicio de vuelta, y en la playa, había ambiente, en el resto, pues nada.
Valoración Avituallamiento llegada: 8. Es un half, así que te han de alimentar. Podías escoger pasta o arroz, y aparte había agua y aquarius, plátano, melón, patatas, barritas energéticas y caramelos. Eché de menos frutos secos quizás.
Valoración Avituallamiento media carrera: 8. Había varios. En la bicicleta uno al comenzar la vuelta, y el otro a media vuelta. Los dos con bidón de Nutrisport. El de abajo también tenía agua, y el de arriba geles. En cuanto al correr, el avituallamiento estaba en el medio, y servía tanto al ir como al volver. Había barritas, isotónica, agua, naranja, y si os digo la verdad, no recuerdo nada más, pero sé que estaba bien.
Sorteo Regalos: No.
Duchas: Sí.
Guardarropa: Sí.
Aparcamiento: 9. La zona azul era gratis, así que se podía aparcar bien.
Bolsa del corredor: Bolsa con una sudadera, un caldo Aneto, y una crema solar factor 50. Un poco corta, tal vez. Si querías camiseta técnica te la tenías que comprar aparte.
Fecha: 16/10/2016.
Precio: 105 € (no federados y antelación).

En cuanto a mis estadísticas han sido las siguientes:

¡El 125 de 400 inscritos no está mal para ser la primera vez!

Os dejo el Garmin, como siempre, con las pulsaciones, recorrido, track, altimetría y el resto:

¡Salud y kilómetros!