Después de entrenar durante tres días seguidos, tengo que reconocer que estoy cansado. Mañana toca por fín un descanso. Hoy he hecho la tirada larga que me correspondía a ritmo suave, lo que implica ahora mismo un ritmo de casi 5′ el Km y unas pulsaciones medias de 150. Estoy contento porque poco a poco creo que voy avanzando y acercándome a mi forma física original, aunque aún me falta un trecho. He ido des de Viladecans por los campos al Prat de Llobregat, y luego por el rio hasta volver por los campos de Sant Boi.
He hecho un poco más de 15 Km intentando no pasar de 150 pulsaciones, y corriendo más con la punta (del pie, claro), y luego ya he empezado las rectas. La última ha sido de 200 metros, para acabar más fuerte (esto es una cosa que me dijo Antonio que hacía). El resto ha sido medio kilómetro que era lo que me faltava para llegar a casa. Cuando miréis el garmin, veréis que al principio no ha ido muy fino. El pulsómetro, con el frio que hace que dificulta que yo sude, se va de madre.
Cuando he llegado a casa he hecho una cosa que no había hecho nunca. Me he comido una fruta (una mandarina). Sí, ya sé que debería hacerlo bastante más.
Os dejo el garmin:
¡Salut y kilómetros!